CRONO-CUERPOS. DIÁLOGO ÁNGELES MARCO (Valencia, 1947-2008) Y NÚRIA FUSTER (Alcoi, 1978).
El extrañamiento en el proceso perceptivo de la obra, de la realidad, como una fuerza dinamizadora de aprendizaje crítico.
En esta tercera edición del ciclo expositivo DIÁLOGOS, que presentamos anualmente en la Lonja del Pescado se plantea el encuentro entre dos artistas que son referencia en el arte contemporáneo. Un encuentro precedido por el que en su momento tuvieron en la Facultad de Bellas Artes, como profesora y alumna. Ambas artistas asumen los presupuestos teóricos y formales del postminimalismo y del arte conceptual universal, desde diferentes momentos. Podemos ver un movimiento de péndulo, entre pasado y futuro, intercambiando los papeles de profesora y alumna.
Esta exposición ha sido posible gracias a la colaboración de la Fundación Mediterráneo, propietaria de la obra que presentamos de Ángeles Marco.
Los materiales y técnicas de construcción industriales, elementos de derribo, del consumo cotidiano, la estructura y las formas geométricas, son usados en su concepción de la escultura, entendida como instalación, utilizando la provisionalidad de su ubicación en el lugar, haciendo partícipe al espectador como sujeto activo en la percepción/construcción de la obra.
Ángeles Marco es una de las artistas más importantes de la generación de creadores que renovó la escultura en las décadas de los ochenta y noventa en España. Se forma en la facultad de Bellas Artes de la Universidad de Valencia, en la que obtiene el doctorado, en 1987, bajo la dirección de Román de la Calle, y donde es profesora desde 1989. Desde entonces compagina la docencia con la creación artística hasta su fallecimiento a una temprana edad. Ángeles Marco deja un legado que sigue siendo estudiado, en exposiciones individuales y colectivas en centros de relevancia como el IVAM o el Reina Sofía, por su aportación en el cuestionamiento de los fundamentos de la escultura tradicional y su interpretación de la creación contemporánea internacional.
Desde un formalismo ambiguo, juega entre lo ilusorio y lo real, con la geometría como base, utilizando tanto los códigos de la escultura, como objeto tridimensional, como los efectos pictóricos de lo bidimensional, en su reflexión sobre el espacio. El tiempo y el cuerpo son elementos fundamentales en la comprensión de sus obras, que trabaja en series, en las que a través de técnicas y materiales industriales puede ampliar los elementos, adaptar sus estructuras al espacio expositivo, alterar su dimensión, creando momentos de continuidad y discontinuidad, en la combinación de los diferentes materiales, estructuras, objetos, espacios.
El espacio entre/durante las estructuras, objetos, que componen sus instalaciones, el movimiento del espectador alrededor de ellas, siendo éste consciente de su cuerpo como parte del diálogo, nos introduce en la percepción de la transición entre unas piezas y otras, el espacio y el tiempo recorrido como un tránsito que adquiere entidad física.
Núria Fuster se licenció en Bellas Artes por la Universitat Politècnica de València en 2003 y cursó estudios de escultura en la Accademia di Belle Arti di Roma. Vive y trabaja en Berlín, Alemania, desde donde mantiene una actividad expositiva internacional. Desarrolla un trabajo desde el compromiso y riesgo en sus propuestas artísticas, reconocido en los principales centros de arte nacionales e internacionales, con importantes premios y becas. Como Ángeles Marco, concibe la escultura como la relación que se genera, en el espacio, entre conceptos, ideas, materia sensible e invisible, a partir del objeto encontrado, del elemento figurativo o más abstracto, que posee una memoria, un simbolismo, con lo que crea metáforas de un gran impacto. Las emociones transmitidas por estos materiales y procesos, en el campo más amplio del arte, se convierten en la piel y en el cuerpo de las ideas y conceptos sociales, filosóficos. Una concepción que propicia la hibridación de géneros y materiales, dialogando con el espacio construido, con las acciones que participan en la comunicación. La respiración de esculturas.
Estas creadoras nos proponen la experiencia de la realidad a través del arte, fijar el movimiento, lo cíclico vital, en una imagen, un momento que lleva a otro, un nuevo inicio a partir de la memoria y de la condición de ese instante-presente.
La ambigüedad, la contradicción, lo paradójico, la relación cambiante entre los elementos, son conceptos que se concretan en sus obras a través de las sensaciones estéticas y físicas. El espectador participa en su concepción desde su fisicidad, interviene en su poiesis, en la creación de una realidad.
Ángeles Marco, en la obra que exponemos en la sala, perteneciente a sus series El Tránsito y Salto al vacío (1087-1998), crea un paisaje con la repetición, no siempre idéntica, de un elemento estructural metálico en forma de trípode que en su interior recrea, con la suspensión de un cono invertido de caucho, en algunas de estas estructuras, un espacio de vaivén visual, ascendente, por el trípode, descendente, por el cono. La imagen se repite, pero no hay un orden jerárquico que paute la mirada, sino una simultaneidad, en esa conquista del espacio desde la percepción exterior. Las líneas y objetos componen un espacio teatral, narrativo, cuya perspectiva, marcada por las líneas paralelas o entrecruzadas, se distorsiona con el movimiento del espectador. Lo inestable arquitectónico nos invita a penetrar en su interior, como en un espacio de tránsito, pero nos mantiene distanciados, nos dirige hacia lo inaccesible. Es una imagen en la que el tiempo, el espacio, el cuerpo, se construyen en la comprensión de la relación que establecen estos elementos.
Nuria Fuster, en su última serie de esculturas, realizada a partir de la observación diaria del derribo de un antiguo edificio de la Stasi, los materiales deformados se convierten, como sílabas, en los mínimos elementos dotados de significado para crear palabras, sintagmas, frases, textos, haikus, en este caso, esculturas. Hay una fluidez combinatoria entre materia y espacio, el movimiento genera el espacio, el elemento invisible, aire, gravedad, convive entre lo inestable, la incertidumbre de los elementos.
En Walkers, un motor a lo largo de una vía cruza la sala de la Lonja del Pescado, arrastra una bota por el suelo. El cuerpo, constituido por motor, cable y bota, es el caminante. La máquina, con un ritmo constante es como un Sísifo mecánico que, al llegar a su destino, vuelve a empezar. ¿Siempre recorremos el mismo camino?, o ¿somos los mismos en cada repetición del recorrido? Nos presenta la acción de caminar como un cuestionamiento. Desde el simbolismo del objeto y del mecanismo que genera el movimiento de la instalación, de manera más figurativa, desde el bucle del circuito mecánico, nos presenta el ritmo del transeúnte en la calle, en la vida, en la ciudad. El caminar como un acto revolucionario de posicionamiento, de libertad, como una significación frente al espacio social, político, estético. Hay una relación histórica entre caminar y pensar, en esa conexión entre mente, cuerpo, espacio, ritmo de pensamiento, ritmo del camino, para dejar huella de ese tránsito. Nos identificamos, nos mezclamos con el todo, y vamos generando una huella, imperceptible, sutilmente intensa.
Ambas autoras reflexionan sobre el concepto del tránsito, del tiempo, del espacio, del cuerpo que construimos con ello, generando el movimiento metafórico o creado por la percepción del espectador, por su comprensión paulatina o simultánea de los espacios que configuran la obra.
Comisaria: Guillermina Perales.
Núria Fuster (Alcoi, 1978) vive y trabaja en Berlín, Alemania. Se licenció en Bellas Artes por la Universitat Politècnica de València en 2003 y cursó estudios de escultura en la Accademia di Belle Arti di Roma. Exposiciones individuales recientes incluyen: Galería Juan Silió, Madrid (2024), MACA (2023), Centro Conde Duque, Madrid (2022); Galería Efremidis, Berlín, Alemania (2019). Las exposiciones colectivas incluyen: Sprengel Museum Hannover, GER (2022); CCCC Centre del Carme, València, ES (2021); Museo de Arte Abstracto, Cuenca (2021); Tabacalera, Madrid (2020); CCEM Centro Cultural de España en Méjico, DF (2020); Museo Patio Herreriano, Valladolid (2020); IVAM, Valencia (2019); CA2M, Madrid (2018); Centro Botín, Santander (2018); Museo de Artes Decorativas, París, Francia (2016); Bass Museum, Miami, EE.UU. (2014), WUK Kunsthalle Exnergasse, Viena, Austria (2014). Fuster García ha recibido numerosos premios, entre ellos la Beca Marcelino Botín, el Premio Artsituacions, el Premio FIG Bilbao y la beca Kunstfonds New Start Kultur. Algunas de las instituciones donde está su obra: Centro de Arte Dos de Mayo, Fundación Botín, Colección DKV, Museo Patio Herreriano, Colección Arte Contemporáneo Generalitat Valenciana entre otros.
Ángeles Marco (Valencia, 1947-2008) Doctora en Bellas Artes en 1987 por la Universidad Politécnica de Valencia, compaginó la creación con la docencia desde 1989 en la Facultad de Bellas Artes. Premio Alfons Roig de la Diputación de Valencia en 1988. Exposiciones individuales: Sala de exposiciones del Colegio de Arquitectos de Valencia (1974). IVAM (1988). Campus de la Universidad Politécnica de Valencia (2001). Centre del Carmen. IVAM (2018). ARCO, varias ediciones. Exposiciones colectivas recientes: IVAM, (2024-2025). Es Baluard Museu d´Art Contemporani de Palma (2023-2024). Museo Patio Herreriano, Valladolid (2019). Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía (MNCARS) (2017). Obra en diferentes instituciones: Diputación de Valencia y Diputación de Alicante. Museo de arte contemporáneo de Madrid. Instituto Valenciano de Arte Moderno (IVAM). Museo de Bellas Artes de Málaga. Universidad Politécnica de Valencia. Artium Museum-Museo de Arte Contemporáneo del País Vasco. Centro de Arte Dos de mayo, Madrid. Colección de arte contemporáneo CAC, Valladolid. Fundación de Arte Contemporáneo La Caixa. Fundación Mediterráneo. Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía. Museu d´Art Contemporani de Barcelona.